Ninguna persona cuerda en este mundo desea ser o sentirse débil ni menospreciada. Nadie ofrece un trabajo exclusivamente para un perfil como ese, e inclusive es todo lo contrario lo que tratamos de mostrar para aplicar a un trabajo o para vendernos. Si es que así nos sentimos es porque así nos han hecho ver otras personas o nuestro mundo alrededor. Siempre que nos vemos como menos capaces o menos valiosos es porque nos estamos comparando con algo.

En mi vida profesional siempre he buscado ser el mejor, el que más sepa y entienda del tema, porque me apasiona demasiado (si no, que lo diga mi esposa). Y aunque lo sigo procurando, desde hace mucho tiempo me di cuenta de que en muchas cosas no alcanzaré a ser el mejor, y hoy me siento en paz con eso. Pero definitivamente nunca me he sentido orgulloso de ser el menos capaz y mucho menos el despreciado en alguna cosa, por ejemplo cuando soy rechazado en una oferta de trabajo.

Hay cosas millones de veces mas duras que lo anterior, como las condiciones médicas, físicas o cognitivas limitantes y sobre las cuales no tenemos ni un poco de control. Aquella persona sin dinero que tiene una gran deuda, posiblemente amenazando su bienestar, tiene todo el derecho a sentirse débil y menospreciado por el sistema bancario, entidades financieras, y hasta sus propios amigos o familiares, cuando no encuentra ayuda para su situación. Esa persona que siempre tuvo una condicion mental que le impedia aprender, seguramente enfrentara la dureza del mundo que siempre beneficiara a los mas capaces. Por todo este tipo de situaciones es que, sin necesidad de hacer censos, sabemos que son los pobres, los marginados, los débiles y menospreciados los que mas se acercan a Dios. Pero, ¿nos acercamos nosotros o él nos escoge? Dice en su palabra:

…sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es…
1 Corintios 1:27-28 RVR1960

¡Que impresionante! Que son precisamente esos los que mejor encajan en la descripcion de los que el Señor busca. ¿Y como no? Si precisamente en esos casos que muchos dan por perdidos es donde se puede demostrar que no habria otra explicacion sino un milagro de Dios lo que puede solucionar el problema…

• … Si tienes un problema crónico de salud, Dios puede sanarte con solo un toque (Mateo 27:28)
• … Si ni siquiera puedes moverte, una sola palabra suya bastaría (Mateo 8:8)
• … Si has sido injustamente incriminado, Él puede limpiar tu nombre (https://youtu.be/iqs6QLCf4_8?si=hoIm0qbRUxpOLbeB)
• … Si ni siquiera la ciencia parece tener una solución, Él es el Dios de imposibles (https://www.youtube.com/live/6Qnm1j0Jzmk?feature=shared&t=3106)
• … Si tu hija ha recibido diagnósticos médicos adversos, sus promesas siguen vigentes para salvarla ()

El listado de testimonios es demasiado largo, aquí solo hay algunos, y seguirá creciendo porque Dios sigue actuando hoy tanto y más como lo hizo ayer. A pesar del rechazo del mundo, de la falta de ayudas disponibles, “me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” (2 Corintios 12:9) Pero si hay algo claro, independiente del resultado en medio de nuestras situaciones, es que no tiene sentido apartarnos de su camino, porque para todo Él tiene un propósito bueno, y más me vale tener un poco de dificultades que arriesgar mi vida eterna. Y si hoy te sientes en medio de alguna situación de dificultad, te prometo que te ayudaré a clamar al Señor para que actúe en tu vida en tu favor, como lo ha hecho y lo sigue haciendo en mi vida, hasta que se llegue el momento de nuestro milagro.